Continúo con una reflexión sobre las cosas que podemos aprender al observar los relatos de la creación del libro del Génesis. Como recordarán, lo estamos haciendo en respuesta a una pregunta de los fariseos, Jesús le dice repetidamente a su audiencia que se remonte al principio si realmente quiere entender lo que está enseñando. Lo primero que creo que debemos abordar es por qué debemos reflexionar sobre cómo era la humanidad al principio de la creación y antes de la Caída. ¿Reflexionamos sobre esta realidad desaparecida para añorar el Paraíso Perdido? No. Hay un par de razones por las que es bueno reflexionar sobre la creación original. En primer lugar, es vital que entendamos que este mundo caído en el que vivimos NO es el mundo que Dios había planeado. Nuestra naturaleza caída y el sufrimiento que padecemos NO es como Dios lo había planeado. En segundo lugar, creo que es vital que entendamos correctamente la libertad de nuestros primeros padres. Mucha gente considera que esa facultad es demasiado peligrosa para los humanos. La gente rechaza la idea de que un Dios amoroso dé a sus hijos una facultad tan poderosa y peligrosa. Es decir, miren los estragos que causa el hecho de que tengamos libre albedrío. Pero, Dios es Amor, y quiere que le amemos a cambio de Su amor. Él no quiere siervos o esclavos. Él nos desea. Quiere que le devolvamos su amor. La dura, fría y aleccionadora realidad es ésta: sólo podemos amar a Dios a cambio, si somos libres para rechazar amarlo. Sí, Dios podría habernos mantenido alejados de los problemas al no darnos libre albedrío, pero entonces habríamos sido juguetes para que Él se entretuviera, en lugar de hijos e hijas que pudieran amarlo. - Pat Arensberg es el Director de la Oficina de Evangelización y Vida Familiar. Envíale un correo electrónico a [email protected] Para más información sobre los eventos de esta oficina, visítenos en mobilefaithformation.org.