Juntos Como Hermanos es el título de un himno que la mayoría de los Católicos Hispanos reconocen al escuchar los primeros acordes, y que con frecuencia se canta al iniciar la Misa. Es un himno que nos recuerda que somos miembros de una iglesia, la Santa Iglesia Católica; que somos parte del cuerpo místico de Cristo, todos diferentes, con dones únicos, pero con el mismo objetivo de traer el reino de Dios a la tierra por medio del amor que expresamos a nuestro prójimo con nuestras palabras y acciones. Este himno nos recuerda que todos juntos vamos caminando al encuentro del Señor, que todos juntos vamos ayudando a nuestros hermanos en Cristo a cargar con sus cruces, que juntos ayudamos a levantarse a los que caen en el camino y que, como discípulos de Jesús, con virtudes y defectos, debemos reconocer que solos nada podemos hacer, que no podemos avanzar por el sendero de justicia divina si le damos menos importancia a aquellas partes del cuerpo que lucen diferentes a nosotros. San Pablo nos dice en el capítulo 12 de la primera carta a los corintios que “Las partes del cuerpo son muchas, pero el cuerpo es uno; por muchas que sean las partes, todas forman un solo cuerpo. Así también Cristo. Hemos sido bautizados en el único Espíritu para que formáramos un solo cuerpo”. La comunidad hispana de la Arquidiócesis de Mobile está representada por hermanos de casi todos los países de América Latina y del Caribe, con una presencia vibrante de hispanos nacidos en Estados Unidos. Esta comunidad joven y diversa, con la riqueza de sus tradiciones, espiritualidad y su gran amor a Santa Maria, se ha ido integrando por décadas al cuerpo de Cristo en nuestra Arquidiócesis. San Pablo también nos dice que “Dios ha dispuesto los diversos miembros, colocando cada uno en el cuerpo como ha querido. Si todos fueran el mismo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? Pero hay muchos miembros, y un solo cuerpo”. En nuestro caminar vamos reconociendo que la hispanidad no es monolítica, vamos descubriendo las diferencias culturales y de lenguaje entre hispanos de diferentes rincones del continente. En nuestro caminar vamos descubriendo la belleza de la diversidad, y también el reto de aceptar que, aunque importantes, somos parte del mismo cuerpo, y que debemos caminar en armonía como hermanos, enfocados en hacer la voluntad de Dios como miembros de su iglesia, para de esa manera podamos ser agentes de evangelización que conduzcan a otros al encuentro con nuestro Señor. n n n “Juntos Como Hermanos” is the title of a hymn that most Hispanic Catholics recognize just from the opening chords and is often sung at the beginning of Mass. It means “Together Like Brothers” and is a hymn that reminds us that we are all members of one Church, the Holy Catholic Church. We are part of the mystical body of Christ, all different with unique gifts, but with the same objective of bringing the kingdom of God to Earth through the love that we express to our neighbor with our words and deeds. This hymn reminds us that we are all walking together to encounter the Lord. Together we help others to carry their crosses. Together we help those who fall along the way to get up and, as disciples of Jesus with virtues and defects, we must recognize that we can do nothing alone, we cannot advance along the path of divine justice if we give less importance to those parts of the body that look different from us. St. Paul tells us in chapter 12 of the first letter to the Corinthians that, “As a body is one though it has many parts, and all the parts of the body, though many, are one body, so also Christ. For in one Spirit we were all baptized into one body, whether Jews or Greeks, slaves or free persons, and we were all given to drink of one Spirit.” The Hispanic community of the Archdiocese of Mobile is represented by brothers and sisters from almost every country in Latin America and the Caribbean, with a vibrant presence of US-born Hispanics. This young and diverse community, with its rich traditions, spirituality, and great love for our blessed Mother Mary, has been integrating into the body of Christ in our archdiocese for decades. St. Paul also tells us that “God placed the parts, each one of them, in the body as he intended. If they were all one part, where would the body be? But as it is, there are many parts, yet one body.” In our walk we recognize that Hispanic culture is not monolithic, and we discover the cultural and language differences between Hispanics from different corners of the continent. In our walk we discover the beauty of diversity, but also the challenges of accepting that we are part of the same body. But we are all — Hispanics and non-Hispanics — called to walk in harmony as brothers and sisters, focused on doing God's will as members of His church, so that we can be agents of evangelization that lead others to encountering our Lord. — Deacon Hector J. Donastorg, is the Director of Hispanic Ministry for the Archdiocese of Mobile. He may be emailed at [email protected]